El número uno del mundo salva el par del campo gracias a un birdie providencial en el último hoyo, pero mantiene sus opciones a la victoria
Tiger Woods no termina de carburar en el Open Championship. El número uno del mundo salvó el par del campo en su segundo recorrido gracias a un birdie providencial en último hoyo, lo que le permite, pese a todo, mantenerse entre los puestos destacados del torneo.
Ese último birdie que se sacó de la chistera le permite respirar tranquilo porque puede ser la llave que le dé acceso a jugarse el título el fin de semana, ya que una distancia de un golpe es un abismo en Muirfield y puede darle o quitarle el tercer ‘major’ de la temporada.
Woods inició su segundo recorrido con un birdie en su tercer hoyo pero en el cuarto cometió un bogey y en el quinto otro birdie y así no hay quien se centre. Está en su sinvivir y no termina de despegar, por ahora. Luego llegaron dos bogeys y cuando estaba a punto de bajar a plomo en la clasificación, se anotó un birdie salvador en el 18 que le permitió firmar el par y dejar su acumulado en -2. Un tesoro, se mire como se mire.
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